miércoles, 6 de junio de 2012

La temperatura a la que arden los libros...


Hoy ha muerto a los 91 años de edad Ray Bradbury, autor del famoso Fahrenheit 451, uno de mis libros favoritos, cuya grandeza fue igualada en el cine por François Truffaut.

Por si aún no lo habéis leído (no sé a que estáis esperando, ¡es un librito de nada!) aquí va una pequeña sinopsis: Guy Montag es un disciplinado bombero cuya función en la sociedad es quemar libros, prohibidos por ser causa de discordia y sufrimiento. Pero un día se atreve a leer y ve como todas sus creencias son puestas en duda. De pronto, se convierte en un fugitivo, obligado a escoger entre su seguridad personal y su libertad intelectual.

Como 1984, de George Orwell, Fahrenheit 451 es una magnífica crítica de una civilización occidental esclavizada por los medios de comunicación, los tranquilizantes y el conformismo, así como una reflexión sobre la naturaleza humana, que aspira a obtener la felicidad aunque ello pase por la más absoluta ignorancia.

 Fotograma de la película homónima de François Truffaut (1966)

"Montag es un bombero. Paradojicamente su oficio no consiste en apagar incendios, sino provocarlos para quemar libros. Los libros te hacen pensar, replantearte cosas, y eso en el país de Montag esta terminantemente prohibido. Ser absurdamente feliz y no pensar es lo único permitido".

Además, la descripción que Bradbury hace de esta sociedad se podría considerar profética: una pantalla de televisión gigantesca en cada casa con programas interactivos (¿lo más parecido a un reality show?) que aliena a sus habitantes, coches que corren a 150 kilómetros por hora persiguiendo a peatones y una población que únicamente ve y escucha aquello que le da el gobierno bien masticado.

Como podéis ver, aunque el libro fue escrito en 1953, es un argumento de rabiosa actualidad en estos tiempos en los que parece que los gobiernos y multinacionales intentan que seamos cada vez más ignorantes. Porque un pueblo pensante e informado es un pueblo reflexivo y crítico. Porque la información al alcance de todos es un peligro que hay que censurar, prohibir y controlar.

¿La ignorancia da la felicidad? ¿O nos hace tan estúpidos que no nos deja ver lo infelices que somos?

1 comentario:

  1. Sense cap mena de dubte molts polítics actuals acceptarien aquest sistema (el que descriu Bradbury) però, per sort, no hi ha ningú amb la força possible per arribar a aquests extrems... Si fos possible n'estarien encantats...

    La repressió no és possible però la pèrdua de poder és un fet...

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